Tipos de sistemas de dirección en tractores agrícolas
Desde Agrolabor Altiplano queremos hablaros sobre los sistemas de dirección de los tractores. Básicamente, podemos decir que son lo que nos permite controlar la trayectoria fácilmente. Se trata de un conjunto de mecanismos cuya finalidad es orientar las ruedas delanteras para que el tractor pueda girar sin ningún problema. El sistema de dirección es un elemento muy importante en cualquier tipo de vehículo, y es por eso que tiene que cumplir una serie de requisitos:
– Tiene que ser seguro, lo cual dependerá de la calidad de los materiales, fiabilidad del mecanismo y el buen uso que le demos.
– Suave a la hora de conducir, porque un sistema de dirección muy duro nos va a resultar incómodo y difícil de manipular.
– Estable, en el sentido de que las irregularidades que pueda haber en el terreno no deben de transmitirse al volante.
Además, podemos distinguir diferentes tipos de sistemas de dirección:
- Dirección manual: solo se cuenta con la fuerza que realicemos, con la única ayuda de la transmisión entre el volante y ruedas.
- Dirección mecánica: compuesta por varios sistemas para aligerar y reducir el esfuerzo. Los más comunes son los conocidos como “cremallera”, donde un piñón se mueve sobre una cremallera que desplaza la barra de dirección y “de bolas”, donde existen unas esferas que se encargan de suavizar el movimiento.
- Dirección asistida: fue un boom, suponiendo un antes y un después en términos de manejabilidad. Está compuesta por una bomba que distribuye el aceite, siendo una fuente de energía externa.
- Dirección con o sin reacción en rueda: dependiendo de la respuesta de la válvula de dirección (orbitrol), se distinguen entre
– Tipo ON: se mantiene la trayectoria del tractor sin necesidad de tener las manos ocupadas en el volante.
– Tipo OR: al soltar el volante, las ruedas se enderezan.
La elección de uno u otro depende del uso que se vaya a hacer del tractor.
- Dirección hidráulica: los tractores actuales y sobre todo a partir de una cierta potencia, suelen estar equipados con este sistema. Funcionan con un líquido de dirección que se emplea para facilitar el trabajo a la hora de girar las ruedas a través del volante, por lo que hay que tener un cierto control sobre el estado de dicho líquido; si nos quedamos sin líquido, podemos provocar daños en nuestro sistema de dirección y podría desembocar en una avería bastane cara.
Una dirección ideal sería aquella que pudiese modificar el esfuerzo necesario según el trabajo que se esté realizando. En la actualidad, existen nuevos sistemas desarrollados que van encaminados en esta tendencia, sustituyendo la fuente de energía hidráulica por una eléctrica, pudiendo ajustar el ratio de dirección y esfuerzo de forma sencilla y automática. Estos son:
- Dirección electrohidráulica: es similar al sistema hidráulico pero se sustituye el movimiento de la bomba hidráulica por un motor eléctrico, solucionando el problema de quedarse sin dirección si el motor está parado o que la dirección sea muy dura, permitiendo mayores posibilidades de ajuste en cuanto a la dureza y sensibilidad del sistema.
- Dirección eléctrica: es el desarrollo más reciente. Se elimina todo el circuito hidráulico y toda la asistencia proviene de un motor eléctrico. El volante de dirección detecta el movimiento del volante y lo “traduce” a un movimiento de rueda a través de impulsos eléctricos. Este es, con diferencia, el sistema de dirección más ligero.
Algunas de las ventajas de la dirección eléctrica son:
- Los diseñadores tienen una mayor libertad a la hora de diseñar el interior de la cabina de los tractores
- Existe mayor seguridad en caso de que se produzca un choque frontal
- El volante “se mueve” mucho menos en línea recta.
Y, ¿existe alguna desventaja? La respuesta es sí, y es la pérdida de tacto al conducir, pudiendo generar algo de desconfianza.
Esperamos que os haya servido de ayuda.